Un sinfín de factores influyen en el éxito escolar de un universitario, esta etapa del ser humano es de grandes cambios físicos, emocionales, sociales y también intelectuales. Las habilidades de estudio son fundamentales para el éxito académico, los retos que la educación superior genera son con la finalidad de fortalecer y desarrollar aspectos de la vida del ser humano que le llenarán de herramientas para el logro de sus metas. La transición hacia un nivel educativo superior presenta muchos retos, tanto para aquel alumno que se suma a este, como para los docentes que lo reciben y propician los medios para su adaptación al nuevo entorno académico. El docente es un actor que se encuentra de primera mano con la necesidad y con las áreas de oportunidad que se destacan en el alumnado, en los primeros años de la formación universitaria es imprescindible que el profesor oriente y enfoque su labor hacia el desarrollo de las habilidades cognitivas y socio-afectivas de los estudiantes, demanera que se les permita "aprender a aprender" y autorregular sus aprendizajes eligiendo las estrategias más adecuadas para lograrlo (Crispín Bernardo, 2011).