Durante décadas las habilidades han sido concebidas como una de las características de un individuo; sin embargo, en una organización la realidad no es diferente, debido a que el gestor como centro de la empresa es el responsable de llevar "el timón" de la misma, acogiéndose éste a la contención de ciertas habilidades particulares: negociación de ideas, toma de decisiones, liderazgo y empoderamiento para el hacer, ser y construir. Estos elementos desde una primera visión podrían equipararse a competencias gerenciales, pero la verdad es que no es así, debido a que las habilidades están amalgamadas con las actitudes, aptitudes y destrezas propias o perfeccionadas con la praxis. Y la segunda (competencia) esta asociada a la cognición o aprendizaje para la obtención de características particulares. Hay que recordar que las habilidades gerenciales, de gestión o directivas pueden ser cognitivas (aprendizaje), conductuales (conducta operativa) y afectivas (afianzamiento para la empatía organizacional). La teoría de investigación de las habilidades de gestión de Peter Sengel (2005), expone la "posición gerencial frente a la dinámica social".