En un escenario de rápida globalización y creciente competencia, ciudades y regiones se están viendo obligadas a enfrentar el desafío de cómo insertarse en la globalidad desde la propia particularidad. A la vez, algo común en Latinoamérica y el Caribe es la necesidad de las economías locales de sumar valor agregado a la producción, en vista del perfil productor de commodities que poseen sus matrices productivas. En respuesta a ello, el libro toma un municipio de Argentina como un caso de estudio de la identidad territorial y su aporte al desarrollo, asumiendo el territorio como una construcción social, los actores como promotores de las capacidades locales y la cultura como un método para la gestión del espacio físico. La presente investigación resulta útil para los decisores públicos, académicos y aquellas instituciones que necesitan de los recursos culturales para formular una lógica local de acumulación, fomentar la conciencia territorial e inducir la competitivdad de los sistemas productivos.