Durante los años noventa la economía argentina experimentó uno de los procesos más radicales de reforma económica, orientado por el enfoque de libre mercado. El desempeño macroeconómico fue bueno en términos de estabilidad y crecimiento. Sin embargo, en materia social no se siguió el mismo sendero, hubo una profundización de la desigualdad en la distribución del ingreso y un aumento en los niveles de pobreza. Este libro explica esta disyuntiva a través del análisis de la evolución del mercado laboral, tomado como nexo entre ambas caras, la económica y la social. Asimismo, se determina la naturaleza de las medidas de política económica necesarias para aliviar la problemática de la pobreza y romper con el círculo vicioso que la alimenta. Por lo tanto, este análisis resulta útil tanto para los hacedores de política pública como para quienes, en general, toman decisiones que afectan directa o indirectamente el bienestar colectivo.