El crecimiento constante de la demanda energética a nivel mundial, la volatilidad de los precios de los commodities energéticos y los fenómenos climáticos asociados al cambio climático, aumentan los riesgos de encarecer el precio de la energía y la posibilidad de entrar en racionamientos en sistemas eléctricos basados en fuentes hídricas y térmicas. El despacho económico permite garantizar que el costo de la energía eléctrica que percibe el consumidor final sea el más bajo posible, de acuerdo al estado y a la gestión de los recursos energéticos disponibles en el corto, mediano y largo plazo, considerando además la disponibilidad de fuentes alternativas de energía (solar y eólica), y evitar en el peor de los escenarios la suspensión del suministro eléctrico. Es por eso que cada día se hace más necesario crear simuladores para entrenar la consciencia situacional de los presentes y futuros operadores de sistemas eléctricos de potencia, donde estos puedan desarrollar experimentos donde no se vean afectadas sus acciones, se adelanten en el tiempo a posibles situaciones críticas y tengan argumentos claros para tomar las decisiones acertadas en la vida real.