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El primer pueblo que tuvo un destino manifiesto formal en la Historia fue el pueblo judío. Es un caso aparte, dado el otorgamiento divino de ese espacio. Todos los imperios, antes y después, han sido, de forma más torrencial, un destino manifiesto autojustificado. La geopolítica vino a dar cierto consuelo a los "espacios vitales" del entonces presente y del futuro y a explicar el destino manifiesto de las trece colonias que se rebelaron hasta la independencia.Los destinos manifiestos de hoy parecen más incompatibles entre sí porque el planeta se ha hecho más pequeño. La guerra es ahora entre…mehr

Produktbeschreibung
El primer pueblo que tuvo un destino manifiesto formal en la Historia fue el pueblo judío. Es un caso aparte, dado el otorgamiento divino de ese espacio. Todos los imperios, antes y después, han sido, de forma más torrencial, un destino manifiesto autojustificado. La geopolítica vino a dar cierto consuelo a los "espacios vitales" del entonces presente y del futuro y a explicar el destino manifiesto de las trece colonias que se rebelaron hasta la independencia.Los destinos manifiestos de hoy parecen más incompatibles entre sí porque el planeta se ha hecho más pequeño. La guerra es ahora entre el viejo Nuevo Orden Mundial del Capital sobre el Estado y otro nuevo orden mundial del Estado sobre el capital. Después de la catástrofe, comenzará de nuevo un Nuevo Orden Mundial despótico y unitario. Sólo entonces comenzará el otro.
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Autorenporträt
Antonio Costa de Albuquerque de Sousa Lara, enseñó durante 50 años en el ISCSP, siendo profesor titular, coordinador de la UC de Relaciones Internacionales, Senador de la Universidad, Presidente del Consejo Científico, investigador del CAAP y autor de cerca de 60 obras impresas. Ha sido gobernador, embajador, diputado, consejero, Cónsul General y Académico.