El ambiente en que las personas viven tiene una enorme influencia sobre la salud, el alcance de cómo la situación de salud en el país puede ser mejorada por modificaciones de su ambiente es difícil de cuantificar. Abastecer agua y alimentos en cantidades adecuadas y de calidad aceptable y quebrar la cadena oral - fecal, son esenciales para reducir las enfermedades gastrointestinales. Estas habían declinado ya significativamente en la mayoría de Europa y América del Norte antes de la introducción de ciertas drogas terapéuticas y la terapia de rehidratación oral. Igualmente, mientras la inmunización y el uso de drogas modernas han contribuido a la disminución dramática de la mortalidad por enfermedades respiratorias infecciosas, la reducción del hacinamiento, el mejoramiento total de la vivienda y la alimentación han jugado el mayor papel. El ambiente también ha jugado un papel indirecto en reducir la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y muchas otras enfermedades crónicas, incluyendo la cirrosis hepática, las ulceras gástricas, la diabetes y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica entre otras.