A menudo se ha planteado el interrogante de si un síntoma siempre cumple una función en el sistema o si puede constituir una reacción ante una situación externa a la familia, tal como el trabajo, o las relaciones sociales. Si bien un síntoma puede originarse en un hecho externo, su persistencia indicaría que está siendo utilizado por la familia en alguna transacción en curso.Si un docente casado no recibe el estímulo de productividad en una promoción, puede sufrir una depresión como consecuencia del hecho de no haber obtenido dicho estímulo económico. La depresión probablemente desaparecerá en cuanto consiga el estímulo de productividad, pero si en el trascurso comienza a utilizar esta depresión como un arma en una lucha por el poder que sostiene con su esposa, es muy probable que la depresión se vuelva crónica, ya que estará cumpliendo una función en la relación conyugal. En este caso el síntoma es funcional y varía de acuerdo con las circunstancias, el tiempo y el lugar.