El papel del litio, el arsénico y el vanadio en la bioquímica humana ilustra claramente la naturaleza dual de esos oligoelementos que son a la vez esenciales y tóxicos y que dependen de su estado de oxidación y de las concentraciones a las que se suministran. Cada uno de los tres elementos esenciales tiene tres niveles de actividad biológica, niveles de trazas necesarios para un crecimiento y desarrollo óptimos, niveles homeostáticos (niveles de almacenamiento) y niveles tóxicos. Los niveles de trazas y ultra trazas, es decir, los niveles de deficiencia causan muchas enfermedades, por ejemplo, el litio es un fármaco eficaz para el trastorno bipolar y ayuda a reducir la gravedad y la frecuencia de la manía. Las tasas de incidencia de suicidio, homicidio y violación son significativamente más altas en los países cuyos suministros de agua potable contienen poco o nada de litio; por otra parte, los síntomas tóxicos de éste son la poliuria y la insuficiencia renal. El vanadio en trazas es importante industrialmente, como: nutriente biológico, preventivo epidemiológico. Tóxico. Contaminante ambiental y peligro para el corazón en el trabajo. Desempeña un papel importante en la prevención de enfermedades cardíacas. La determinación de arsénico (III) y arsénico (V) en los sistemas ambientales y biológicos es de considerable interés actual para los científicos.
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