Eddy Guzmán, es un muchacho venezolano como cualquier otro, con sueños, aspiraciones¿ y sobre todo con una gran necesidad que, al igual que muchos de sus compatriotas busca salir del país y librarse un mejor porvenir y dejar atrás la terrible crisis económica que en los últimos años ha destruido a Venezuela. Ahora bien, Eddy ya con dos meses en Colombia, tampoco le ha sido fácil: le ha tocado pasar por las peores penurias; desde dormir en la calle y hasta mendingar para poder comer y, además de eso, pasar por las más terribles humillaciones de xenofobias. Pero cuando su corazón albergaba la última llamita de esperanza la vida le cambia radicalmente¿ lo que menos pensó, sucedió; lo cual le da la oportunidad al menos de lograr lo suficiente como para poder mantenerse en pie y verse a sí mismo como otro muy mejorado y no la sombra de lo que fue a su llegada al país. Consigue un trabajo estable, un lugar donde vivir, y algo más¿, la oportunidad de ser feliz con la chica que ama. Sin embargo, nada es perfecto; cuando cree que lo peor ha quedado atrás descubre con horror, que de la noche a la mañana, las personas empiezan actuar extrañamente...