La competitividad hace que las empresas implementen estrategias para el mejoramiento de la productividad y el aumento de la seguridad de los operarios. Una estrategia importante en este proceso, es la definición de políticas apropiadas de mantenimiento preventivo y correctivo de los procesos. El diagnóstico de fallos cobra importancia en este sentido, puesto que una eficaz detección de fallos es una herramienta clave para tomar medidas apropiadas para generar políticas de mantenimiento, que permitan disminuir costos y aumentar la fiabilidad de los sistemas.