Hoy en día el término diagnóstico es inherente a diversidad de actividades que el hombre realiza, como parte de su práctica cotidiana. En educación es el diagnóstico pedagógico una necesidad de primer orden, con vistas a decidir qué hacer en cada circunstancia y poder dirigir con acierto la práctica pedagógica. En este sentido el desarrollo científico que en las ciencias pedagógicas se ha ido alcanzando, ofrece un panorama optimista y nuevos elementos para enriquecer la actividad de diagnóstico en los diversos procesos que se despliegan. Si la educación por naturaleza encierra diferentes procesos desarrolladores del individuo, y todas las personas presentan sus especificidades, entonces conocer el nivel de logros alcanzados en una especialidad dada, como exigencia para pasar a otros superiores constituye un requisito previo a cualquier proyección de la superación profesional técnica.