El Estado de México cuenta con una extensión territorial de 22 mil 500 km2, que representan el 1.1% del territorio nacional; sin embargo, existen datos relevantes que hablan de la dimensión de esta entidad, por ejemplo, el 86.1% de la población se concentra tan sólo en el 20% de su superficie; es decir, en dos grandes Valles: el corredor Cuautitlán-Texcoco (o Valle de México) y el de Toluca-Lerma (INEGI, 2011). El Valle Cuautitlán-Texcoco tiene aproximadamente 10 millones de habitantes, que sumados a los del Distrito Federal, los convierte en una de las zonas metropolitanas más importantes a nivel mundial junto con Nueva York y Tokio. Por su parte, el Valle de Toluca concentra una población cercana al millón cuatrocientos mil habitantes. Además, ambas corresponden a la primera y sexta franjas urbanas más relevantes de México. Derivado de las características demográficas que presenta la entidad y por su gran cercanía con el Distrito Federal, el Estado de México en las últimas décadas registra un rápido crecimiento poblacional y una gran concentración de habitantes en los municipios que rodean la capital del país, originando un incremento en la demanda de bienes y servicios públicos.