Con este monográfico emprendemos un recorrido por toda la historia de la humanidad, partiendo de los orígenes hasta hoy; la óptica, o perspectiva histórica adoptada, reside en atender cuánto ha significado y significa la idea de la divinidad en el diario vivir de los hombres (medioambiente, corporeidad, economía, política, cultura y demás, incluidas, cómo no, las derivaciones de las posturas ateas y hasta "antiteas"). Cada capítulo corresponde a una edad histórica, salvo el primero, que es de corte etimológico, el segundo, que reúne toda la mal llamada prehistoria, y el epílogo, que resume lo tratado y además teoriza sobre el hecho de historiar, esto es: una de las funciones de la historiología que tanto recomendó Ortega y Gasset.