La agricultura ecológica se caracteriza por utilizar métodos que potencien la fertilidad natural de los suelos y su capacidad productiva, para lograr su sostenibilidad en el tiempo. Los radionúclidos, que se encuentran de forma natural en los suelos, pueden modificar su contenido en terrenos agrícolas por la aplicación de fertilizantes procedentes de materias primas que de forma natural contienen radionúclidos. Los fosfatos, que forman la base habitual de este tipo de abonos químicos minerales, contienen usualmente cantidades apreciables de uranio y de sus descendientes de las series naturales de desintegración. Se hace necesario pues encontrar una forma de elucidar de forma fiable si se han utilizado abonos minerales y controlar la incorporación al suelo y a los cultivos de elementos traza indeseables junto con radionúclidos. En este libro se presenta un estudio que pretende discriminar el carácter ecológico de un sistema de cultivo. La determinación de los contenidos en diversos radionúclidos se realiza mediante espectrometría gamma y alpha. Un protagonismo especial es el que presenta el Polonio-210.