Los problemas energéticos llamaron la atención del mundo en 1973 como resultado del embargo petrolero árabe y las acciones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). La conservación y el desarrollo de nuevas fuentes de energía o la expansión de las fuentes existentes fueron dos fases principales de los programas energéticos. La conservación de la energía es de vital importancia para el mundo; sin embargo, a pesar de las predicciones de una grave escasez, los intentos de conservación no han tenido un éxito total y todavía se desperdician grandes cantidades de energía. Se necesitaba una mayor eficiencia energética en los automóviles y en los equipos eléctricos y de gas. Era esencial un hogar mejor aislado y una reducción general del uso de energía. El mundo tenía que volverse menos dependiente del gas y el petróleo como fuentes de energía.
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