La velocidad con que cambió el mundo en los últimos años aceleró la competencia, la cual es cada vez más voraz y ha provocado que los negocios entre empresas y naciones adquieran la etiqueta de globales, exigiendo a la industria un manejo más efectivo de sus procesos de manufactura. Asimismo, el crecimiento del comercio exterior mundial, son factores determinantes para poner al comercio internacional en un estado de alerta, y a las diversas industrias en posición de buscar mayores eficiencias en sus procesos productivos a través de la integración producción-logística, la total conexión de sus cadenas de suministro y la implementación tecnológica.