El transporte de mercancías es primordial para asegurar un desarrollo social y económico en las diversas naciones que forman parte de nuestro planeta, así como también para lograr reducir las distancias y hacer posible la correcta distribución de bienes y servicios. Bajo este punto de vista se hace necesario poner mucha atención al control del combustible que utilizan estos medios de transporte ya que el combustible fósil representa la totalidad de la energía consumida en la distribución interna de cada país. Y por otro lado su consumo afecta enormemente en los costos de las empresas de debido al actual precio en que se cotiza el crudo en el mercado. Todo lo anteriormente expuesto conlleva a producir una alta dependencia por parte de las empresas de transporte al uso de los combustibles fósiles y en consecuencia una excesiva emanación de gases de efecto invernadero aumentando el impacto en el cambio climático lo cual hace aun mas necesario y primordial una correcta gestión del mismo.