La fabricación de neumáticos y otros productos de caucho implica el proceso de vulcanización, una reacción irreversible entre el elastómero, el azufre y otras sustancias químicas que produce enlaces cruzados entre las cadenas moleculares del elastómero y da lugar a la formación de una red química tridimensional. La mayoría de las juntas constan de dos extremos separados por un labio. Esto permite instalarlas en dos pasos. La superficie de contacto de dos tuberías, por ejemplo, puede utilizar una junta. Un extremo de la junta encajará alrededor de una tubería. Mientras que el otro extremo de la junta encajará alrededor de la tubería opuesta. Las juntas vulcanizadas presentan este mismo diseño, consistente en dos extremos. Dicho esto, los extremos de una junta vulcanizada están unidos químicamente para garantizar un nivel superior de protección contra fugas. Cuando se exponen al calor, la presión y los adhesivos, los dos extremos se unen. Al estar hechas de caucho vulcanizado, las juntas vulcanizadas ofrecen varias ventajas. Para empezar, son excepcionalmente fuertes y duraderas. Algunos informes sugieren que el caucho vulcanizado es 10 veces más fuerte que el caucho natural tradicional. Como resultado, las juntas vulcanizadas son muy eficaces en la protección contra fugas.
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