Este libro aborda el impacto de la dislexia en el proceso educativo y cómo es posible crear soluciones inclusivas que mejoren la experiencia de aprendizaje para quienes la padecen. A través de un enfoque comprensivo, se exploran las dificultades y fortalezas de las personas con dislexia, destacando el papel crucial de padres, maestros y la sociedad en general para crear un entorno empático y accesible. Se presentan estrategias y recomendaciones prácticas, que promueven la inclusión en el aula. Además, se resalta la importancia de la empatía como herramienta clave para fomentar la comprensión, aceptación y apoyo a quienes enfrentan desafíos en su aprendizaje. Este libro busca no solo informar, sino también inspirar a los lectores a ser agentes de cambio, creando un mundo educativo donde cada estudiante tenga la oportunidad de alcanzar su máximo potencial, independientemente de sus dificultades.