La coevolución de las plantas con flores y sus polinizadores comenzó hace unos 225 millones de años. La interacción mutualista planta-polinizador es de vital importancia, ya que da lugar a la producción de semillas y frutos y, por tanto, contribuye de forma clave a la biodiversidad, al mantenimiento de los ecosistemas y es esencial para los servicios económicos. Los insectos hacen que nuestro mundo sea mucho más interesante. Del total de actividades de polinización, más del 80% es realizado por insectos y las abejas contribuyen con casi el 80% del total de la polinización por insectos, por lo que se las considera los mejores polinizadores. Las plantas atraen a los polinizadores en función de la forma, el tamaño, el color y las guías de néctar de sus flores. La forma y el color de las flores pueden dar una pista sobre qué animales podrían servir de polinizadores para una planta. Además de producir flores visualmente atractivas, las plantas producen flores fragantes para atraer a los polinizadores. Alrededor del 80% de las plantas con flores del mundo, incluido un tercio de nuestros cultivos alimentarios, dependen de estos animales polinizadores para reproducirse. Muchos tipos de animales pueden ser polinizadores de una amplia gama de plantas diferentes. Entre ellos se encuentran diversas especies de himenópteros, dípteros, lepidópteros, coleópteros y otros insectos.
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