Ante los contextos actuales y en base a la experiencia obtenida, se observó que la necesidad de muchos alumnos y profesores es buscar otras vías de solución ante situaciones de convivencia y dificultades de aprendizaje. Por ello, se planteó abordar la inteligencia emocional en la práctica docente, puesto que al hablar sobre cómo los niños manejan y regulan sus emociones, éstos deben de contar con un docente que refleje esa postura.Es importante que los docentes comprendan que las emociones son una parte fundamental del ser humano, ya que determinan su comportamiento. Éstas se manifiestan a través del ajuste social, el bienestar y la salud del individuo.