Los objetos arqueológicos e históricos, al igual que cualquier otro resto patrimonial, cargan información única y fundamental para la compresión de las sociedades del pasado, llevando dentro de sí implícito, un mensaje digno de perdurabilidad, panorama que se ve ampliado ante cada nuevo hallazgo arqueológico. Una de las labores más habituales del conservador arqueológico es el manejo de colecciones provenientes de contextos prehispánicos alfareros, caracterizados entre otros aspectos, por el dominio de la tecnología cerámica, materialidad que requiere la generación de medidas y acciones de intervención de conservación sistemáticas y particulares con el fin de evitar tanto la pérdida de información como el deterioro del objeto. La comprensión de estas medidas dentro de la elaboración de un Plan de Intervención, que posee un carácter fuertemente metodológico, colabora en entender la importancia que poseen las medidas de conservación preventiva que se pueden aplicar desde el momentode la planificación de la intervención arqueológica hasta las instancias finales de conservación.