Mi querido y apreciado amigo, el Dr. Víctor Llaudi, no obstante su profesión muy ligada a salvar vidas en su actuar como médico cirujano, cada vez que conversábamos sin tener que hacer uso del bisturí, me imprimía parte de esa vida que colateralmente a su responsabilidad el desarrollaba, precisamente por la jocosidad con que la emprendía día a día. Le fascinaba este género de misterio y ficción. Precisamente esta obra dedicada a su memoria, es una de ellas que nos lleva a sanear la mente desbordada de preocupaciones, pues, desde el comienzo hasta su final nos mantiene sumergido en lo esotérico, sin dejar de contemplar un contenido social, de amor, humanidad, y elevadoaltruismo.