Esta obra reúne, desde una perspectiva fenomenológica, las filosofías coetáneas de Merleau-Ponty y Zambrano en torno a su rehabilitación del sentir. La fenomenología genética del primero, atenta a la pasividad, culminará en su intra-ontología de lo sensible-sentiente. Zambrano rescatará la dimensión pasiva del sentir recogiendo el logos del Manzanares (Ortega), la razón sentiente (Zubiri) y el ordo amoris (Scheler). De ahí el interés de ambos por el fenómeno del sueño, en tanto revelador de formas y tiempos que integran el logos sumergido. Bergson y Husserl les precedieron en este cometido que comienza con la intuición para profundizar re-flexivamente en ella aprendiendo a ver lo que no se ve. Rechazan el objetivismo y el psicologismo que reduce el sentir a un conjunto de sentimientos. Aspiran a descubrir lo pre-reflexivo, el sentir originario y su logos silencioso del que se nutre la palabra hablante. Profundizar en esa dimensión de la realidad es darle expresión y ganar una comprensión que es un saber-se, un saber con-vivir. Ningún método conduce a ello, sino una razón más ancha que la cartesiana, una razón abierta al universo del sentir, radicalmente mediadora y poiética.