El universo mesoamericano se caracteriza por contar con una concepción dual del mundo. Desde sus orígenes, de acuerdo con la tradición mexica, el Dios de la Dualidad, Ometeotl, creó la tierra basado en conceptos contrarios y complementarios. De esta manera, los mexicas concibieron su mundo como un reflejo de lo que los dioses habían creado. Estos conceptos estuvieron vigentes en todos los actos del ser humano y, la política no fue la excepción, pues desde épocas remotas encontramos elementos que nos muestran la idea de la dualidad por todo el territorio mesoamericano: vida-muerte; noche-día; arriba-abajo; masculino-femenino Precisamente es que en este sentido surgió la figura del Cihuacoatl como contraparte y complemento del Tlahtoani. Este estudio intenta aportar elementos para la comprensión de la Dualidad y de la Política en México-Tenochtitlan.