La progresiva incorporación de miembros a la Unión Europea descubre las debilidades de la cohesión basada en un proyecto económico de incierto futuro que no es capaz de anudar a pueblos y tradiciones diversas. El autor busca la solidez de la civilización europea a través de su formación en el periodo de los siglos medievales en los que se aporta el sello y genio del que gozará posteriormente. Durante estos años confluyen los modelos germánico-eslavo de carácter continental con el greco-latino de la zona meridional. Un repaso detallado a siete elementos claves que se encuentran para la configuración de Europa: espacio, onomástica, alimentación, animales, leyes, territorio y religión; un conjunto imaginario que consigue explicar al ciudadano europeo del siglo XXI la ingente herencia que recibe y de que manera se fue constituyendo un legado histórico imborrable que es fruto de una propuesta sintética original: la fusión medieval.