Venezuela en las últimas décadas ha sido afectada por lluvias torrenciales que anualmente han dejado cientos de muertos y familias sin hogar. Este fenómeno no se debe exclusivamente a causas meteorológicas sino a fallas de gestión institucional, injusticias sociales y actitudes poco previsoras de la población frente al riesgo. Una ONG denominada Geografía Viva se ha trazado como meta lograr experiencias piloto exitosas en tres comunidades de los Andes venezolanos, tomando como meta que las escuelas locales y sus vecinos cuenten con planes participativos de gestión de riesgos ambientales que sean manejadas por ellas mismas, en el entendido que éstas no deben esperar que la acción previsiva y de respuesta frente a posibles emergencias vengan exclusivamente de las generalmente desbordas instancias oficiales de Protección Civil, Bomberos y demás cuerpos similares.