Los avances de la investigación en el campo de la neurociencia, la inteligencia emocional y la teoría de las emociones han puesto de manifiesto la relación inherente entre razón y emoción, y cómo esta condiciona los comportamientos y aprendizajes del ser humano. En este sentido, las carencias en el desarrollo personal y emocional de los adolescentes derivan en conductas desajustas e inadaptadas en contexto escolares y sociales. La sociedad actual tiene nuevas necesidades que reclaman un enfoque educativo que vaya más allá de la adquisición de conocimiento, cuyo punto de partida sea el desarrollo de la inteligencia emocional como camino hacia el crecimiento personal. En este trabajo se presenta la educación emocional como medio para el desarrollo integral, armónico y saludable de los adolescentes; así como para el desarrollo de habilidad sociales y la prevención y resolución de conflictos.