El estudio dará cuenta de cómo el contexto de pobreza en el que viven los adolescentes, protagonistas principales de esta historia, así como las diferentes prácticas impulsadas desde las aulas escolares, brindan elementos para la construcción de identidades basadas en cierto apego por lo local, lo histórico, lo cultural y lo arqueológico. Dicha especificidad permite a los adolescentes proyectarse hacia un futuro mejor para ellos, sus familias y su comunidad, asimismo, les permite ser actores activos para que, desde el presente, contribuyan a lo anhelado por todos ellos: ejercer su ciudadanía para luchar por mejores condiciones de vida.