El endodoncista tiene que lidiar día a día con infecciones dentoalveolares agudas y crónicas. Una buena instrumentación mecánica, que cumpla con los parámetros adecuados más soluciones antisépticas de irrigación y obturación adecuada, permiten realizar tratamientos satisfactorios. Sin embargo la existencia de una bacteria resistente, gran positiva, anaeróbica facultativa, la cual puede crecer en microambientes tóxicos y a temperaturas extremas (10ºC-45ºC), tolerar la exposición a soluciones tales como el hipoclorito de sodio al 6,5% y de sales biliares el 40%, todas estas características son del enterococcus faecalis el cual puede reducir significativamente el porcentaje de éxito y está asociado directamente al fracaso del tratamiento endodóntico.