Las actividades humanas afectan directa o indirectamente al medio ambiente. Debido al desarrollo de actividades como la construcción, el transporte y la fabricación, no sólo se agotan los recursos naturales, sino que también se producen grandes cantidades de residuos que provocan la contaminación del aire, el agua y el suelo. Hoy en día, la contaminación medioambiental se ha convertido no sólo en un problema nacional sino también internacional. Los países desarrollados y en vías de desarrollo, que progresan rápidamente en el campo de la agricultura, la tecnología y la industria, liberan continuamente diversos tipos de sustancias nocivas en la biosfera, lo que supone una grave amenaza para el medio ambiente. Las principales fuentes de contaminación del agua son los residuos domésticos, agrícolas e industriales que se vierten en las masas de agua naturales. Las aguas residuales domésticas procedentes de los campos agrícolas, cargadas de pesticidas y fertilizantes, contaminan las masas de agua. Los pesticidas de uso común pueden ser perjudiciales para los organismos vivos, los animales domésticos y su entorno. La contaminación del agua suele estar causada por diversas fuentes humanas, normalmente (puntuales y no puntuales) instalaciones industriales y productos agroquímicos especialmente en el ecosistema acuático, se ha convertido en un grave problema medioambiental en la actualidad.
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