La patata irlandesa es uno de los cultivos alimentarios básicos, sólo superado por el maíz en Kenia. En términos de cantidades producidas y consumidas en todo el mundo, es el cultivo más importante. Es una fuente clave de nutrición y medio de vida para muchas personas. La patata es un cultivo crítico en términos de seguridad alimentaria ante el crecimiento de la población y el aumento de las tasas de hambre. Se cultiva en 150 países de regiones templadas y tropicales y en altitudes que van desde el nivel del mar hasta los 4.000 m. Los mayores consumidores de patata son los balurus, que consumen 200 kg per cápita al año, frente a los 25 kg de Kenia. En Kenia hay más de 15 formas de añadir valor a la patata: sopa, patatas fritas, chuletas, patatas fritas y otros muchos productos apetitosos. El bajo rendimiento de la producción de patatas se debe, entre otras causas, a la elección inadecuada y errónea de los fertilizantes y su aplicación, así como al uso de materiales de siembra no certificados. El objetivo de este estudio era evaluar la respuesta del crecimiento, el peso y el rendimiento de la patata a las dosis de cloruro potásico aplicadas a tres variedades de patata en la localidad de Milimani, subcondado de Saboti, condado de Trans Nzoia.
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