El autor desarrolla en este trabajo el egoísmo en el ser humano y su posible relación con el daño ambiental, recurriendo para tal efecto a la doctrina del filósofo alemán Arthur Schopenhauer. En esta línea de pensamiento, los temas a desarrollar consideran el estudio de la voluntad de vivir en los seres vivos; la subordinación de la razón al "nóumeno volente"; el egoísmo y la maldad como móviles antimorales y finalmente, el puente hacia el camino de la negación de dicha voluntad a través de la tregua estética y del actuar ético, pasando por la caridad y la compasión como actos de excepción. Se trata de demostrar cómo el ser humano, en tanto ser racional y desestimando a los demás seres vivos, ha dispuesto arbitraria y descontroladamente de otras especies y ha alterado gravemente su hábitat, poniendo en peligro su propia existencia.