El ALBA-TCP es analizada como un instrumento creado por el gobierno de Hugo Chavéz para alcanzar sus objetivos de cooperación e integración por medio de la utilización del "poder blando" en combinación del "poder duro", a través de los siguientes mecanismos: difusión ideológica, emisión de fondos compensatorios y programas de cooperación e integración. A través del "poder blando", para difundir códigos ideológicos y culturales que aumenten su credibilidad y prestigio para entrar en negociaciones con los demás Estados; y por medio del "poder duro", al financiar, gracias al acervo económico del petróleo venezolano, los programas de cooperación e integración y los fondos compensatorios para los países miembros.