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El alguacil endemoniado de Francisco de Quevedo fue escrito en 1606 o 1607 e intentó publicarse en 1610, aunque no vio la luz hasta 1627 en la edición de Sueños y discursos publicada en Barcelona. Su versión expurgada se publicó en 1631 con el nombre de El alguacil alguacilado, dentro de los llamados Juguetes de la niñez. Esta sátira es la primera presentada en forma de discurso o coloquio entre un interlocutor y el Diablo. El licenciado Calabrés, sacerdote hipócrita y realizador de exorcismos, es el otro personaje del Alguacil. Calabrés es un clérigo de alto rango en la España de los Felipes,…mehr

Produktbeschreibung
El alguacil endemoniado de Francisco de Quevedo fue escrito en 1606 o 1607 e intentó publicarse en 1610, aunque no vio la luz hasta 1627 en la edición de Sueños y discursos publicada en Barcelona. Su versión expurgada se publicó en 1631 con el nombre de El alguacil alguacilado, dentro de los llamados Juguetes de la niñez. Esta sátira es la primera presentada en forma de discurso o coloquio entre un interlocutor y el Diablo. El licenciado Calabrés, sacerdote hipócrita y realizador de exorcismos, es el otro personaje del Alguacil. Calabrés es un clérigo de alto rango en la España de los Felipes, sacerdote hipócrita y realizador de exorcismos; personaliza la sátira burlona y ácida que Quevedo realiza contra el enorme poder de la Iglesia española. El sacerdote Intenta repetidamente exorcizar al demonio que ha poseído al alguacil, aunque sin éxito. Calabrés representa a todos aquellos que callan la verdad,¿ o bien por miedo, o por velar sus intereses. Calabrés acusa al diablo de mentir y pone en tela de juicio la veracidad de sus palabras, escudándose en las numerosas condenas que la religión ha lanzado contra él a lo largo de los siglos. El diablo le recuerda algunas leyendas grecorromanas sobre la Verdad y la Justicia. Al final, Quevedo pide a sus lectores que lean con atención el Alguacil, porque algo de cierto encierran las palabras del demonio, injustamente tratado por Calabrés, porque representa a todos aquellos que callan la verdad,¿ o bien por miedo, o por velar sus intereses. El mismo Quevedo, por temor a la represión ideológica, se negó a publicar algunos sus escritos.
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Autorenporträt
Francisco de Quevedo y Villegas (Madrid, 1580-Villanueva de los Infantes, Ciudad Real, 1645). España. Hijo de Pedro Gómez de Quevedo, noble y secretario de una hija de Carlos V y de la reina Ana de Austria. Francisco de Quevedo estudió con los jesuitas en Madrid, y luego en las universidades de Alcalá (lenguas clásicas y modernas) y Valladolid (teología).Tras su regreso a Madrid tuvo la protección del duque de Osuna, con quien viajó a Sicilia en 1613. Osuna fue nombrado virrey de Nápoles y Quevedo ocupó su secretaría de hacienda y participó en misiones políticas contra Venecia promovidas por su protector. Cuando éste cayó en desgracia Quevedo sufrió destierro y prisión, pero regresó a la corte tras la muerte de Felipe III. Durante años tuvo buenas relaciones con Felipe IV, aunque no consiguió ganarse la simpatía de su favorito, el conde-duque de Olivares. Se especula que dejó bajo la servilleta del monarca el memorial contra Olivares titulado «Católica, sacra, real Majestad», lo que motivó su detención en 1639. Se cree, en cambio, que terminó en un calabozo del convento de San Marcos de León, donde estuvo hasta 1643, víctima de una conspiración. Murió en Villanueva de los Infantes.