Señala la filosofía antropologíca en relación a la estética su pertenencia directa con la palabra griega "aysthesis" que en el origen significa emoción, es decir que lo estético constituye una dimensión eminentemente humana conjuntamente con el pensamiento y la técnica. La estética también puede considerarse como aquella parte de la filosofía que trata de la belleza, lo ordenado y lo agradable, pero este camino aunque es muy importante y se debe tomar siempre en cuenta proviene del pensamiento de la filosofía y no es el énfasis de la estética antropológica. Esta estética, la antropológica, es la de los hombres. Se escenifica en la proyección simbólica del mundo de si mismo en la comunidad y de la comunidad hacia si mismo. Por ello la estética perteneció siempre a la construcción social en una relación comunicativa que el profesor F. Maturana en "El Árbol del Conocimiento" llama "lenguajear".