La definición que ofrece Celso, jurisconsulto romano, encabeza el título de este libro cuya conjunción con aventuras caballerescas de Don Quijote de la Mancha, nos llevan a recorrer pasajes de la historia del Derecho. Así, más de cuarenta invocaciones entresacadas de la obra cumbre del Manco de Lepanto, nos guían a desentrañar por qué para el Caballero de la Triste Figura, con su sempiterno afán justiciero, el Derecho es el arte de lo bueno y de lo equitativo en el devenir de la humanidad.