Por medio de métodos arqueológicos, históricos y arquitectónicos vemos como el uso de un espacio es transformado desde el siglo XVIII al siglo XXI; observando las evidencias materiales del antiguo convento de Santa Clara en la Nueva Guatemala. Las dinámicas socioculturales que atraviesan el tiempo y la construcción de valores ha variado, pero el espacio a pesar de sus fluctuaciones, adquiere, pierde, retoma y cambia su importancia. Esta misma se observa desde la óptica de la obra material del ser humano y su conservación/destrucción en distintos momentos. En ello, el que hacer religioso y político juegan siempre un papel importante. Los esfuerzos o el trabajo y el valor agregado de muchos guatemaltecos en la erección de las obras materiales como un convento de clarisas, se ven desvalorizados o destruidos por fenómenos naturales: terremotos (1773, 1917/18 y 1976) y tormentas, entre otros, pero también por sus semejantes, es decir: fenómenos sociales, cambios de pensamiento (secularización), pleitos, el ejercicio del poder y la socio-economía, tuvieron profunda incidencia en el uso del espacio y la transformación arquitectónica.