El maíz se utiliza directamente en la alimentación humana y como materia prima en la industria del almidón, la glucosa, el aceite y los piensos. El grano de maíz es una muy buena fuente de energía, ya que es rico en almidón y su alta digestibilidad aumenta su valor nutricional. El maíz es también un importante forraje utilizado en la alimentación animal como verde y como ensilado. La eficiencia y la rentabilidad de la producción agrícola dependen del consumo de energía. Hoy en día, las tecnologías de producción agrícola se están desarrollando rápidamente y apuntan a una mayor rentabilidad. El maíz se utiliza cada vez más como materia prima para la producción de etanol. A la hora de considerar dónde construir una planta de etanol, uno de los criterios de selección del emplazamiento es asegurarse de que hay materia prima disponible a nivel local. El etanol se mezcla con la gasolina para disminuir la cantidad de contaminantes emitidos cuando se utiliza como combustible para los vehículos de motor. El precio de los alimentos se ve afectado en cierta medida por el uso del maíz para la producción de biocombustibles. El coste del transporte, la producción y la comercialización son una parte importante del precio de los alimentos. El aumento de los costes energéticos afecta a estos costes, especialmente al del transporte.
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