Históricamente el Derecho Fundamental de Propiedad ha competido con otros derechos fundamentales, como el derecho a la vida y la libertad, por lo que ha sido rodeado de todas las garantías a los fines de proteger a los titulares o poseedores de sus bienes. Países de diferentes sistemas jurídicos, económicos y políticos, han establecidos a nivel constitucional, protección reforzada a dicho derecho, con la finalidad de prevenir que el mismo no sea desconocido por legislaciones coyunturales. El derecho de propiedad privada, tangible e intelectual, asegura a su titular la realización plena de los demás derechos fundamentales o constitucionales. El derecho de propiedad garantiza autonomía, independencia y capacidad al individuo frente al Estado y los particulares.