La cuestión nuclear de Corea del Norte, que ha estado en la agenda de los Estados Unidos durante más de tres decenios, representa un desafío especial para la administración estadounidense, ya que se trata de una rara amenaza contemporánea que inflige directamente sus intereses nacionales supremos. Mientras las oportunidades unilaterales de los Estados Unidos se desvanecen, Kim Jong-un ya ha logrado una gran parte de sus objetivos trazados. Debido a la desconfianza y al dilema de seguridad, las perspectivas del proceso de creación de confianza entre Pyongyang y Washington (en un juego actual de suma cero) son extremadamente difíciles, mientras que las perspectivas de la abolición nuclear de Corea del Norte son prácticamente imposibles. Está más claro que nunca que la forma tradicional de coacción no es capaz de aportar una solución satisfactoria a la península de Corea. Se supone que el siguiente análisis de la cuestión nuclear de Corea del Norte debe sentar las bases para una mejor comprensión de las ventajas y las lagunas que plantean las características externas e internas y el contexto geopolítico.