El mundo está lleno de ambigüedades e incertidumbres. Un mundo donde puede expresarse la necesidad de aplicar un juicio en ausencia de reglas, o donde puede usarse los sentimientos como fuentes de información para tomar decisiones. Y las artes pueden hacer contribuciones propias a todo este proceso. ¿Puede asociarse la práctica de algunas manifestaciones artísticas y culturales, a distintos componentes emocionales? ¿Es esta interacción la que motiva y permite contemplar el mundo desde una perspectiva diferente? ¿Qué pueden aportar las experiencias de creación artística al desarrollo emocional y social? ¿Y los aprendizajes y vivencias de los artistas al desarrollo de la personalidad en una sociedad cada vez más cambiante? Este trabajo que tendrá continuidad en artistas profesionales, es un puente de enlace entre las líneas de investigación sobre el estudio de la inteligencia y la educación emocional, y la exploración de los procesos de aprendizaje en aulas, talleres y laboratoriosde creación artística. Bienvenidos al despertar emocional y creativo visto como proceso de aprendizaje.