El siglo veinte transformó las calles de las ciudades. Aquellas que conformaban el espacio público continuo fueron convertidas en arterias distribuidoras de automóviles con espacios muy limitados para el resto de las funciones que originalmente tenían. La socialización entre las personas se trasladó a los parques y a las plazas con todo y las reducidas condiciones que ahí existe para que suceda. La presente investigación reúne, mediante una mezcla de metodologías, una interpretación de los cambios que ha sufrido el espacio público en la ciudad de Culiacán. Se sustrajo la opinión de hombres y mujeres de diversos estratos sociales por medio de entrevista y grupos focales, para luego analizarlo de una manera transversal con una exploración etnográfica realizada por el autor donde se detallaron las condiciones percibidas por él mismo en un recorrido a lo largo de tres calles de la ciudad.