Solté mi mano y empecé de a poco a descubrir un mundo que no conocía. Un mundo lleno de sueños, ilusiones y sorpresas. Una pasión que me hace navegar por dimensiones y lugares maravillosos. Donde las tristezas se disuelven en esperanzas y sueños para el mañana. Una forma de recorrer el pasado, aprendiendo del presente y dando frutos para un futuro. Dejando huellas y profundas emociones para quien le toque vivir en otra década. Es amor, poesía que nace del corazón.