La caracterización de los dramas romanos de Shakespeare (Tito Andrónico, Julio César, Antonio y Cleopatra, Cimbelino y Coriolano) ha sido un aspecto controversial, incluso desde la publicación del primer folio de 1623 en el que aparecen agrupados junto con las tragedias. A lo largo de los años, estas obras han sido abordadas por la crítica como dramas políticos, tragedias romanas, dramas históricos, tragedias de orden, obras problema e incluso como dramas híbridos. Este libro presenta una nueva lectura de los dramas romanos shakesperianos desde el constructo de género (Bazerman, Lúkacs, Derrida, Bajtín) y desde tres líneas contextuales de análisis (histórica, cosmográfico-filosófica y estética). Tales líneas teóricas, junto con las interpretaciones derivadas del análisis del andamiaje narrativo de las obras (argumento, temas, personajes, héroe trágico, cronotopos, etc), proveen el marco para el abordaje del género como resultado del proceso de producción del discurso shakesperiano. Las conclusiones a las que se arriba pueden resultar de gran importancia para docentes e investigadores del campo de los estudios shakesperianos y del área de la literatura y la cultura inglesa.