La tipificación del femicidio en el Ecuador no ha reducido la muerte de mujeres, ni ha permitido evidenciar que mecanismos penales, tales como la prevención general sea eficaz. A esto se suma que actualmente el sistema jurídico ecuatoriano y latinoamericano en general, se encuentran imbuidos por un creciente populismo penal, el cual sostiene que la creación de nuevos delitos y el endurecimiento de penas, pueden aportar al tratamiento de un problema tan complejo, como lo es la violencia contra la mujer, e inclusive esto ha permitido que como aparente solución, se eche mano de una postura reaccionaria y derivada del feminismo de la tercera ola, como lo es el ¿feminismo punitivö; corriente que se concentra exclusivamente en el revanchismo hacia un sujeto activo, el hombre.