Según Fichte, el hombre está incompleto tanto física como espiritualmente, o al menos racionalmente. La idea de Fichte nos permite comprender mejor la de Pépin: "La Naturaleza ha completado todas sus obras, pero ha abandonado al hombre y lo ha dejado a su suerte". Inacabado, el hombre viene al mundo para realizarse, para completarse. Esta realización humana requiere, pues, la experiencia de la realidad. Y Pépin llama a esta experiencia fracaso. Así pues, es experimentando el fracaso como el hombre se realiza. En este sentido, el fracaso puede considerarse legítimamente como una realidad antropológica.
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