La ingeniería sigue siendo una de las profesiones más masculinizadas del mundo. Por otra parte, el equilibrio entre hombres y mujeres es deseable, ya que aporta diversidad a la mano de obra de la ingeniería y equidad social. La equidad, sin embargo, no sólo significa igual número de mujeres y de hombres, sino igualdad de oportunidades de éxito y de desarrollo profesional. El progresivo y persistente problema del desequilibrio femenino en la enseñanza de la ingeniería es un complejo problema histórico, cultural y organizativo para el que no existe una solución única. Este libro ilustra un fenómeno interesante, que podría ser uno de los principales factores que contribuyen a la infrarrepresentación femenina en la enseñanza de la ingeniería. Este fenómeno se produce cuando se enfrentan una percepción estereotipada redundante sobre la ingeniería y un estereotipo de género obsoleto y muy persistente. Lógicamente, para atraer a muchas más mujeres a la ingeniería, hay que cambiar ambos estereotipos. Aumentar el número de mujeres matriculadas en Ingeniería no es un objetivo último, como podría parecer. Sin embargo, la libertad de elección de futuras carreras es primordial. El libro va dirigido a ingenieros, pedagogos, feministas, responsables políticos, etc.
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