La magnífica crónica que Marco Aurelio González Gama nos regala en estas páginas, recoge una historia verdaderamente hermosa y ejemplar, que teniendo por escenario el ámbito educativo de aquel Córdoba de los 40 s hasta los 80 s, trasciende a lo humano pues, sin duda, dejó huella permanente en el devenir de cientos de niños y niñas, hoy padres y abuelos, que tuvieron, tuvimos, el enorme privilegio de ser formados en esa primera edad, por tan extraordinarios profesores y seres humanos. Los hermanos Luisita, Antonio y José Bargés Barba, el matrimonio Luis Navarrete formado por don Atilano y la maestra Conchita y el siempre enigmático profesor Francisco Parrilla Benita, son quienes, con amor y disciplina, firmeza y paciencia, e incluso pasión, nos iniciaron tanto en la magia de las letras y los números, como herramientas básicas para expresar y dimensionar nuestras incipientes visiones de la vida, así como en el conocimiento claro y objetivo del entorno, tanto en su dimensión humana como física. José Becerra O'Leary, Ex alumno.